De toda la vida te sonará familiar esa frasecita de “estudia para ser alguien en la vida”. Pero afortunadamente, con el tiempo, nos dimos cuenta de que ya somos alguien gracias a otras cosas, como la familia, los amigos, y nuestras propias ideas. ¡Menos mal que cuestionamos esas ideas!
Ahora, hay una frase que resuena más fuerte: “Desde que uno sepa hacer algo, de hambre no se muere”. Un consejo más realista y alentador, ¿no crees?
Vale la pena detenerse un poco en esto y hacer algunas consideraciones respecto a lo que hay detrás. Lo primero, quizá lo más evidente y contundente, es que aún con todo lo que se ha avanzado en industrialización, comunicación y derechos humanos, la posibilidad de morirse de hambre sigue siendo real para nuestra especie. En Colombia, por ejemplo, en el año 2022, murieron 308 menores por hambre. Y podrían darse otra cantidad de datos alarmantes, pero no es el lugar para eso. Basta con reiterar que algo tan elemental como comer, sigue siendo una posibilidad y no una certeza para muchas personas. Pero ¿Por qué algo así es importante? ¿A qué viene decir esto? Pues resulta que si esa necesidad básica aún no está plenamente cubierta, no cabe duda de que todavía quedan demasiadas cosas por atender en lo concerniente a la vida, a la experiencia humana en relación con cuestiones sociales, así como con la naturaleza y los muchos y muy complejos procesos que mantienen en marcha la cantidad de cosas que se dan por sentadas y fáciles.
Sigamos ¿Has pensado alguna vez en todo lo que sucede para que podamos hacer cosas tan básicas como vestirse, comer o simplemente expresar cómo nos sentimos? Detrás de acciones tan sencillas como escribir con un bolígrafo en una hoja de papel hay historias y procesos que son gigantes. Imagina todo lo que hay detrás de algo tan simple:
Historia, procedimientos y usos de:
La tinta, el plástico, el metal, los resortes, el bolígrafo, la escritura, el pensamiento, el transporte, el mercado, el avión, el automóvil, el dinero…
¡Y aún hay más! Imagina tener que ser consciente de todo eso cada vez que escribes. Sería una locura, ¿verdad? La realidad es que detrás de todas esas cosas hay un montón de personas creando, sosteniendo, desarrollando y vendiendo cada cosa que usamos día a día.
¿Ya te das cuenta por dónde va la cosa?
Aunque se diga mucho que ya todo está hecho, y aunque es indiscutible que no es fácil conseguir empleo en muchos lugares, hay otra realidad y es que siguen habiendo y surgiendo necesidades. La sociedad sigue buscando las mejores maneras de llegar algún día a tener satisfechas plenamente todas las necesidades de los seres humanos, y entre tanto, se va dando lugar a otra cantidad de bienes y servicios que hacen más ameno el paso por la vida. Así las cosas, parece más difícil aceptar como si nada la idea de que en algún momento no habrá “nada que hacer”. Quizá sea necesario ir a buscar en lugares y personas con mayor claridad una posibilidad de futuro que saque de la mirada hacia el futuro la desesperanza y el desgano. Entre tantas cosas, tantas…hay muchísimas posibilidades de encontrar algo por hacer para vivir, para “ser alguien” que se quiera ser mientras se es parte de un proyecto humano mucho más grande que cada uno de sus integrantes, pero absolutamente dependiente de ellos, y es además posible vivir y ser alguien que disfrute su lugar y su labor en el mundo.
¿Te animas a explorar esos lugares y descubrir tu papel en todo esto? Entre tantas opciones, hay un montón de cosas que puedes hacer para vivir y ser alguien que disfruta su lugar y su labor en el mundo. Y si estás buscando el camino adecuado, ven a IME. Aquí encontrarás el apoyo y la formación que necesitas para dirigir tus acciones hacia algo que realmente importa. ¡Vamos, elige tu camino y disfruta del viaje!
Autor: Jaime González Palabras
